El alma de México en cada bocado de su gastronómia

Escrito por Abigail Martinez | Categoría: Gastronomía

Platillo muy emblemático de México:. Mole

El alma de México en cada bocado de su gastronomía.
Muchos piensan en la comida mexicana y lo primero que viene a su mente son los tacos, pero hay un mundo de sabores y tradiciones esperando ser descubierto. Desde el mole poblano, que cuenta historias de amor y sacrificio, hasta las deliciosas tlayudas. La cocina mexicana es una fiesta de colores, aromas y texturas que va más allá de lo que solemos ver en los menús.

Hablar de gastronomía mexicana realmente es sumergirse en el alma de pueblos, de historia y tradiciones, los ingredientes y técnicas usados conectan generaciones y resaltan la enorme riqueza cultural de México. Reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, la cocina mexicana es un auténtico orgullo nacional, un verdadero tesoro que no solo enamora al paladar, sino que también toca el corazón.

Hoy quiero compartirte algunos de los platillos más emblemáticos de nuestra gastronomía y, por supuesto, algunos lugares donde puedes deleitarte con ellos:
Mole Poblano
Cuando pienso en México, lo primero que me viene a la mente es este platillo. El mole es un verdadero reflejo de nuestra historia y de cómo cada ingrediente tiene un propósito. Es impresionante la cantidad de ingredientes que lleva esta receta, pero más que una receta, el mole poblano es una muestra de la riqueza cultural mexicana. La preparación varía un poco según la región o el chef, pero en su versión más tradicional lleva al menos 20 ingredientes: chocolate, plátano, nueces, semillas, hierbas aromáticas, sartén, jitomate, especias y una variedad de chiles. El resultado es una salsa que combina lo dulce y lo picante, envolviendo el pollo o pavo en una explosión de sabores.
Uno de los lugares favoritos para disfrutar de este exquisito platillo es INTRO, el restaurante del chef Ángel Vázquez, donde el mole poblano se presenta con una interpretación moderna y llena de sabor.
Pozole
Otro platillo tradicional mexicano que no puede faltar en la lista es el pozole. Dependiendo de la región y de los ingredientes, tenemos pozole verde, rojo y blanco, pero su base siempre es el maíz nixtamalizado, ese grano de maíz reventado que, mediante el proceso de nixtamalización (cocer el maíz en una solución alcalina), se convierte en una deliciosa sopa. La textura es suave, el sabor es profundo y, al acompañarlo con rábanos, orégano, chile en polvo y un toque de limón, se convierte en una verdadera fiesta para el paladar.
Lo mejor del pozole es que, aunque lo puedes encontrar en cualquier cenaduría, cada lugar tiene su versión, y cada quien tiene su favorita. ¡Es una de esas delicias que te transporta a momentos especiales con la familia!
Cochinita Pibil
Originaria de Yucatán, la cochinita pibil es un platillo que combina la historia prehispánica y la influencia española. Originalmente, se cocinaba carne de faisán, jabalí o venado en el tradicional "pib", un horno de tierra. Con la llegada de los españoles, la carne de cerdo reemplazó a las carnes locales. La cochinita es carne de cerdo marinada en achiote, jugo de naranja, ajo, sal y pimienta, y se cocina lentamente en hojas de plátano hasta que quede tierna y jugosa. Puedes disfrutarla en tortas, tacos, quesadillas… ¡y con un toque de salsa habanera, es simplemente irresistible!
Tlayuda
Desde Oaxaca, las tlayudas son una de esas joyas que te enamoran desde el primer bocado. Estas enormes tortillas de maíz, de unos 30 centímetros de diámetro, se cocinan hasta obtener una consistencia quebradiza pero flexible. Originalmente cubiertas con frijoles negros, carne enchilada, chorizo ​​y queso, las tlayudas son la comida callejera perfecta para disfrutar en cualquier parte de la región oaxaqueña. El nombre proviene del náhuatl "tlao-li", que significa "maíz desgranado", y el sufijo "-uda", que indica "abundancia", lo que refleja la generosidad de este platillo.
Más allá de lo conocido
En este pequeño recorrido, menciono solo 4 de los platillos más tradicionales y consumidos de nuestra gastronomía, pero la riqueza gastronómica de México va mucho más allá. Desde los tamales, las empanadas y los tacos, hasta los moles regionales, las sopas y los postres, la variedad y los matices de sabores son infinitos.
Un denominador común entre muchos de estos platillos es el maíz, ese grano ancestral que ha sido fundamental no solo en la alimentación, sino también en la cultura, la economía y la religión de México. El maíz ha sido nuestro sustento desde tiempos prehispánicos, y sigue siendo la base de muchas de nuestras recetas más queridas.
Si aún no has probado alguno de estos platillos, ¡estás perdiéndote de un pedacito de México!