Las mujeres y la cocina, una relación de amor infinita

Escrito por Consuelo Elipe | Categoría: Experiencia

Un plato pequeño de cerámica blanca contiene una sopa, decorada con una crujiente oblea que sobresale del borde del recipiente.

Pensar en el papel de la mujer en la cocina a lo largo de la historia es un tema lleno de matices, de opiniones y mucho más complejo de lo que en un principio puede parecer.

Alejarme de una perspectiva de género o reivindicativa de ningún tipo es mi primer deseo, porque no creo que realmente sume seguir dividiendo el mundo en cada tema abordado.

La mujer desde el comienzo de los tiempos, desde que conocemos los primeros moradores de esta tierra ya con una organización básica, sabemos que estuvo cerca de alimentar, que mientras el hombre salía a cazar, ella ya recolectaba raíces y frutos y comenzó a cocinarlos, siendo las creadoras de la sopa según apuntan diferentes indicios. Como aseguran también muchos estudiosos, en los grupos de cazadores y recolectores, hombres y mujeres tienen tareas diversas y complementarias: los hombres cazan y las mujeres recolectan. Probablemente las mujeres descubrieran la agricultura y los hombres la ganadería.

Desde ahí y siempre hombres y mujeres tuvieron actividades necesarias y que se apoyaron para la evolución y para el desarrollo de las especies y de los núcleos familiares.

Hoy y desde hace ya unos años el tema en conflicto es el hecho de que solo un porcentaje muy pequeño de mujeres estén liderando las cocinas de los grandes restaurantes y hoteles del mundo y también son menos las que están en los primeros puestos de listas prestigiosas como las Estrellas Michelin o The World 50 Best Restaurants. Esta tendencia está cambiando muy rápido como está cambiando la sociedad y más que dramatizarlo o cargarlo de tintes machistas o feministas, hay que ver que está dentro de la propia evolución de los roles de ambos sexos y que ha ocurrido en todas las carreras y ocupaciones.

Sim embargo hay una gran diferencia y es que las mujeres han cocinado siempre y lo siguen haciendo. Para muchas generaciones nuestra madre ha sido el referente de la buena comida, nuestra maestra y nuestra cocinera más admirada. Y para las madres que optaron voluntariamente a realizar esa función fue un acto de amor cocinar para su familia, quedando esta semilla en cada uno de los integrantes familiares, hombres y mujeres.

Me atrevería a decir que en muchos casos son las madres las que hicieron a los grandes cocineros y cocineras en el mundo.
Si nos damos un paseo por la historia de la cocina buscando estas figuras relevantes femeninas podemos destacar las que sin duda abrieron camino y es apasionante descubrir más sobre estas mujeres increíbles, que en muchos casos trabajaron con sus maridos de la mano en construir negocios y éxito, en un ejemplo más de colaboración positiva.

La primera mujer en obtener 3 Estrellas Michelin fue Eugénie Brazier. Nacida en 1895. Con 26 años tenía ya su primer restaurante, La Mere Brazier y pronto abrió Le Col de la Luère. Ambos recibieron 3 estrellas y el secreto era el producto, la calidad y un menú muy simple que no tenía muchos cambios. Se retiró 4 años después de perder una de sus estrellas, hecho que según palabras de su nieta la dolió profundamente por la idea de que ya su trabajo no estuviera tan bien hecho. Eugenie trabajó antes en el restaurante de Françoise Fillioux, la cual ya era muy reconocida por su restaurante de Lyon.

Marie Bourgeois nacida en 1870 fue una chef francesa que ganó tres estrellas Michelin entre 1933 y 1937 por su restaurante en Priay, en la región de Ain, Francia. En 1923, Bourgeois fue la primera mujer en recibir el premio del Club des Cent.

En 1927 ganó el primer premio culinario en París y, seis años después, en 1933, recibió tres estrellas de la Guía Michelin y las mantuvo durante cuatro años consecutivos.

Marguerite Valentine Bise nacida en 1898 fue una chef francesa en su restaurante Auberge du Père Bise en Talloires, Alta Saboya, Francia. En 1951, se convirtió en la tercera mujer en ganar tres estrellas Michelin.
Estas tres cocineras fueron referidas como las "Abuelas de Lyon". Pasaron más de cincuenta años antes de que una cuarta cocinera ganara tres estrellas Michelin cuando Anne-Sophie Pic las ganó en 2007.

Nicolasa Pradera Mendive nacida en 1873 fue una cocinera española, famosa por ser la fundadora de los restaurantes de cocina vasca que llevan su nombre en diferentes ciudades españolas, con los que adquirió renombre a nivel nacional.

Se casó con Narciso Dolhagaray Picabea, que regentaba una de las mejores carnicerías de la ciudad y con el que en 1912 abrió Casa Nicolasa que enseguida tuvo un gran nombre, ya que San Sebastián era uno de los principales destinos turísticos para la clase pudiente de España y otros países europeos. Nicolasa Pradera vendió el restaurante y la marca Casa Nicolasa en 1930, a su ayudante María de Urrestarasu, que lo regentó hasta 1952. A continuación, abrió otro nuevo restaurante en colaboración con sus hijos, situado en el Paseo de La Concha llamado Andia.

En 1933 escribió el libro La cocina de Nicolasa, que con prólogo de Gregorio Marañón se convirtió en una obra de referencia de la gastronomía vasca. Después de la guerra civil se fue a Madrid con su hija en 1940 donde abrieron el restaurante Nicolasa en Madrid. Desde 1986 lo regentó Juan José Castillo, hasta octubre de 2010 momento en el que cerró el restaurante Casa Nicolasa ubicado en Sebastián tras 98 años de historia.

Saliendo de Europa, hay que destacar a Julia Child, nacida en 1912 en California. Se casó con Paul Child, y al terminar la Segunda Guerra mundial se mudaron a París. Llegar a Francia fue el comienzo de todo. Child afirmó que la primera comida en Ruan fue toda una experiencia; para ella comer ostras Meunière acompañadas de un buen vino significó “la apertura de su alma y espíritu”. A partir de ahí, luchó por entrar a la prestigiosa Le Cordon Bleu para aprender a preparar las recetas que la habían encantado.

Tomó clases privadas con Max Bougnard y entró al club de cocina Cercle des Gourmettes, donde conoció a Simone Beck y Louisette Bertholle. Juntas escribieron un libro de gastronomía y crearon la escuela École des Trois Gourmandes, en la que daban clase a mujeres estadounidenses. En 1961 lograron publicar su primer libro, llamado Mastering the Art of French Cooking, que se convirtió muy pronto en un best-seller, aclamado por la crítica por su manera de hacer la antes inaccesible gastronomía francesa alcanzable para todos. Al día de hoy el libro se considera una pieza clave de la literatura gastronómica.

Publicaron veinte títulos más, una columna en el Boston Globe, y varios programas de televisión, como The French Chef, que se transmitió durante diez años, ganó un premio Peabody y un Emmy, y que fue el primer programa con subtítulos para sordos. Paul, su esposo, diseñó La Cocina de Julia Child, el set de varios de sus programas y que hoy se exhibe en el Museo Nacional de Historia Americana.

Estas son solo algunas de muchas de las mujeres que han destacado en la cocina y muchas más que cada día brillan y abren espacios con su genialidad. Hablar de las mujeres cocineras en la historia y en la actualidad nos llevara muchos más artículos.

MUJERES CON 3 ESTRELLAS MICHELIN:

La Guía Michelin nació en 1900, en 1920 empezó a hablar de restaurantes y fue en 1931 cuando se implementó el sistema de las tres estrellas que conocemos actualmente, que se hizo efectivo en la edición de la guía de 1933, que entonces solo recogía restaurantes franceses. De los restaurantes que obtuvieron entonces la máxima clasificación solo dos estaban dirigidos por mujeres. Hoy por hoy solo 11 de los 119 restaurantes con tres estrellas Michelin tienen una jefa de cocina.

Estas han sido las mujeres que han logrado el máximo galardón:

Eugénie Brazier (1895-1977) no solo fue la primera mujer que recibió la tercera estrella Michelin, fue además la primera persona que logró tener dos restaurantes en lo alto de la tabla, un logro que ningún cocinero logró superar en 36 años.

Marie Bourgeois (1870-1937) ostentó las tres estrellas entre 1933 y 1937 en su restaurante La mère Bourgeois, en Priay –en el departamento de Ain, en el este de Francia pegando con los Alpes.

Marguerite Bise (1898–1965) fue la tercera mujer en obtener tres estrellas Michelín, casi 20 años después de sus predecesoras, cuando se publicó la primera Guía Michelin tras la Segunda Guerra Mundial, en 1951.

Sophie Bise. La nieta de Marguerite Bise heredó los fogones del negocio familiar en 1985, recuperando en 1985 la tercera estrella Michelin que su padre, Francois Bise, perdió debido a una enfermedad.

Annie Féolde fue la primera mujer que obtuvo las tres estrellas Michelin en la Guía Michelin de Italia, aunque también es francesa. En 1981 consiguió su primera estrella, en 1928 la segunda y, diez años después, en 1992, llegó la tercera. Féolde ha sido siempre una cocinera autodidacta, que destacó por llevar la finura de la cocina francesa a la gastronomía italiana.

Nadia Santini fue la primera cocinera de origen no francés que obtuvo las tres estrellas Michelin para su restaurante Dal Pescatore, en Canneto sull'Oglio (Lombardía). En 1996 fue galardonado con las tres estrellas Michelin.

Luisa Marelli Valazza, fue la segunda italiana que obtuvo la tercera estrella Michelin, solo dos años después que Santini, en 1998. Su restaurante Al Sorriso (en Soriso, Piamonte) abrió sus puertas en 1981. Solo un año después de su apertura obtuvo su primera estrella, en 1989 la segunda y casi una década después la tercera.

Elena Arzak fue la primera chef española que obtuvo las tres estrellas Michelín, tras comenzar a dirigir la cocina del restaurante de su padre, Juan Mari Arzak, que contaba con la distinción desde 1989. Treinta años después, Arzak mantiene los tres macarons.

Helena Puolakka, de origen finlandés obtuvo la tercera estrella Michelin para el restaurante londinense Le Tante Claire en 2001, para el que trabajaba junto al cocinero y propietario del restaurante Pierre Koffman. Aunque el galardón es compartido, Puolakka es la primera cocinera que recibió la máxima distinción de la guía en Reino Unido.

Clare Smyth, norirlandesa, fue la primera chef británica que obtuvo las tres estrellas Michelin, en 2007, cuando fue nombrada jefa de cocina del restaurante de Gordon Ramsay (que contaba con la más alta clasificación de la guía desde 2001). Smyth logró mantener las tres estrellas como jefa de cocina hasta que, en 2016 dejó el restaurante de Ramsay para abrir su propio negocio: el restaurante Core, en el barrio londinense de Notting Hill.

Anne-Sophie Pic logró romper, aunque sea tímidamente, la brecha de género presente en la gastronomía francesa, convirtiéndose en la primera cocinera en recibir las tres estrellas Michelin en 2007, siendo la primera chef femenina de Francia en recibir dicha calificación en 56 años.

Carme Ruscalleda, aunque obtuvo las tres estrellas Michelin para su restaurante Sant Pau en 2019, después de que Elena Arzak asumiera la jefatura de su establecimiento manteniendo las tres estrellas, fue la primera española en lograr la máxima distinción de la guía para un restaurante inaugurado por ella misma.

Durante tres años ha sido la mujer con más estrellas del mundo, siete en total, tres por Sant Pau, dos por Moments, al frente de cuyas cocinas se encuentra su hijo Raül Balam, y dos más por el restaurante Sant Pau en Tokio.

Dominique Crenn, la última mujer en obtener las tres estrellas Michelin, y la primera estadounidense en lograrlo, jefa de cocina del Atelier Crenn, en San Francisco. La cocinera obtuvo la máxima distinción de la guía en su última edición y fue nombrada, además, “mejor cocinera del mundo” por 50 Best.