
PEPE SOLLA
RESTAURANTE CASA SOLLA
El cocinero
"... Y después de unas cuantas vueltas y otros tantos años, aquí estoy; desde que éramos pequeños nuestros padres nos sentaban en una escalera de piedra que comunica la cocina con otra zona del restaurante, nos daban la moña de una bolla de pan y les esperábamos mientras ellos trabajaban... al final como siempre los párpados se nos caían, y la noche acababa, como de costumbre, en los brazos de nuestros padres…
No es una historia diferente que la que cuentan todos los que, como yo, nacimos en medio de un restaurante familiar, y tras vivir esta infancia, la mitad se alejaron para siempre de él y la otra mitad; como se ve, yo pertenezco a esta segunda; volvimos a él como si formase parte de nosotros, ¿o será que somos nosotros parte de él?
Quien conozca mi carrera a lo largo de los últimos catorce años así lo habrá visto, yo empecé a formar parte de la historia del Restaurante y él de la mía, y según andábamos juntos, nos integramos más cada vez, y nos deshacemos de banalidades, despojándonos de lo que no era necesario e imprescindible y quedándonos con lo esencial; hablo tanto a nivel cocina como sala, buscábamos la claridad. No obedece ello a la tendencia del minimalismo, tan en boga, sino más bien yo diría sencillez; sencillez que me ilusiona y a veces me aterra, o más bien me asusta el que no se entienda; sencillez y simplicidad no es lo mismo, esencialismo y como en la definición de mi página, estilismo?, eso sí es la línea a seguir; Maite, Alfredo, Marcelo, Josiño...a todos ellos tengo que agradecer su compañía en este viaje, a mis Padres, a mis Hermanos, a José, a Lourdes... al fin y al cabo también nos debemos a nuestro entorno, el paisaje, la despensa y el hombre, ellos también comparten y forman nuestro universo particular, el cual vamos moldeando y a la vez nos moldea a nosotros mismos."
Pepe Solla